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HEMEROTECA

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  • Federico II recupera Jerusalén para la Cristiandad

    JERUSALÉN, 17 mar 1229. El emperador del sacro imperio romano, Federico II (35), y el sultán ayubí de Egipto, Al-Kamil (52), han llegado a un acuerdo por el cual la ciudad de Jerusalén y otros lugares santos son cedidos a los cristianos; a cambio, los cruzados se comprometen al cese de las hostilidades y garantizan los derechos a los peregrinos musulmanes a visitar sus lugares santos. Se trata de un acuerdo muy polémico, porque el emperador se encuentra excomulgado y la cruzada que lidera no cuenta con la bendición papal, lo que ha generado todo tipo de reacciones. En cualquier caso, cuarenta años después de que Saladino conquistara la ciudad a Guido de Lusignan, en 1187, Jerusalén ha sido recuperado para la Cristiandad. La más espectacular de las reacciones ha sido la de Roma, donde rechazan la cruzada que ha supuesto la conquista de la ciudad después de tres fracasos debido a que el emperador está excomulgado y porque se ha conseguido con un pacto y una tregua por diez años con los enemigos de Cristo. Y no solo eso; además, Gregorio IX ha declarado la interdicción de la propia Jerusalén y de San Juan de Acre, con lo que se prohíbe el culto y se cierran las iglesias de ambas ciudades, algo impensable tras la recuperación de la ciudad que vio morir a Cristo. También es notable el enfado entre los caballeros templarios y hospitalarios, pues ante su falta de apoyo, el emperador ha permitido que el templo del Santo Sepulcro siga siendo una mezquita, lo que les priva de su principal lugar de culto. Negociando con Jerusalén La ciudad de Jerusalén saltó a la mesa de negociaciones diez años atrás, durante el sitio de Damieta en la Quinta Cruzada. Entonces, Al-Kamil ofreció a los cruzados la entrega de Jerusalén a cambio de que se retiraran de Egipto, pero las condiciones de la entrega no agradaron a los generales cruzados, quienes rechazaron la oferta y siguieron con la conquista hasta la catástrofe final. Al parecer, los contactos entre la cancillería imperial y el sultanato de Egipto siguieron produciéndose, lo que explicaría la confianza con que Federico II se embarcó en una cruzada condenada por la iglesia. Porque los problema que ellos supone aparecieron rápidamente; tras desembarcar sus tropas en San Juan de Acre, el emperador Federico II se encontró con una situación complicada, donde el patriarca Gerard, gran parte de los nobles francos de Tierra Santa y los órdenes militares templarias y hospitalarias, comunicaron al emperador que, dada su situación de excomunión y siguiendo las instrucciones de Roma, no podían colaborar en la lucha contra el infiel. Además, había fallecido el hermano de al-Kamil, con lo que desaparecía la baza del emperador (la ayuda militar a éste en el guerra que mantienen los dos hermanos) en la negociación para conseguir la cesión de Jerusalén. Con un ejército mucho más reducido que el previsto (compuesto por las tropas imperiales y la fiel orden de las Caballeros Teutónicos) el emperador siguió con el plan y en noviembre de 1228 puso sitió a Jaffa antes de dirigirse a Jerusalén. No hizo falta asaltar la plaza: poco después del inicio del asedio, al-Kamil se avino a retomar las negociaciones que han llevado al acuerdo firmado hoy. Al día siguiente de la entrada del emperador, tuvo lugar la ceremonia de coronación del mismo como rey de Jerusalén, título que reclama en nombre del hijo que tuvo con su recién fallecida esposa, Yolanda de Brienne (+1228). A la ceremonia solo han asistido los allegados al emperador, como el Gran Maestre de los Caballeros Teutónicos, Herman von Salza (64), el baíllo imperial en Jerusalén Bailán de Sidón (34), el general de la Armada Imperial Tomás de Acerra o el poeta Walther von Vogelveide (59). Dado que la ciudad se encontraba bajo interdicto, ni el patriarca de Jerusalén ni ningún de los obispos han estado presente en la basílica del Santo Sepulcro, con lo que el emperador, en su enésimo desafío a Roma, se ha coronado a sí mismo. Guerra en Sicilia Por su lado, Roma ha seguido adelante con sus planes para atacar los dominios del emperador. A finales de abril de 1229, una fuerza pontificia al mando de Jean Brienne, exsuegro del emperador, ha entrado en el reino de Sicilia y se dispone a atacar Nápoles y pasar a la isla. Ante tal amenaza, el emperador ha ordenado el embarque del ejército en San Juan y el regreso a Brindisi. El gran enfrentamiento entre Federico II y el papa Gregorio IX para cada vez más cercano. IMAGEN SUPERIOR: VISTA ACTUAL DE JERUSALÉN Relacionados -------------------- Stupor Mundi; una cruzada sin bendición papal y con su líder excomulgado ¿Qué pasó después en Oriente? ¿Qué pasó después en la Cristiandad? ¿Qué pasó después en el Sacro Imperio y en Roma?

  • Huelga; la universidad de París suspende las clases tras ataque de Blanca de Castilla

    PARÍS, febrero 1229. Profesores y estudiantes de la Universidad de París han acordado la suspensión de la docencia y el cierre de las aulas en protesta por el asalto de la Guardia Real que acabó con la muerte de varios estudiantes. Se trata del último episodio de la crisis de jurisdicciones entre universidad y ciudad en que la primera, el poder cultural, va adquiriendo cada vez mayores cotas. Al respecto, la universidad de París se encuentra bajo jurisdicción eclesiástica desde que en 1200 Felipe II Augusto así lo estableciese para zanjar los conflictos entre la comunidad universitaria y la ciudad. Al parecer, aquel decreto no ha sido suficiente. Los hechos tuvieron su origen el Martes de Carnaval. Durante las últimas horas de fiesta y desenfreno antes de la Cuaresma, se produjo en un altercado entre estudiantes y un mesonero del Barrio Latino a cuenta de una deuda impagada, por el cual, al parecer, los comerciantes acabaron apaleando a los estudiantes. Con el final de la jornada, parecía que las aguas volvían a su cauce, pero los estudiantes regresaron al día siguiente en mayor número y en busca de venganza. Al ser Miércoles de Ceniza, el local estaba cerrado, pero los estudiantes echaron la puerta abajo y apalearon al mesonero. Los universitarios no se detuvieron ahí y los disturbios se generalizaron por todo el Barrio Latino, con actos de saqueo y violencia que se prolongaron durante varias horas. Como consecuencia, los comerciantes interpusieron un rosario de demandas ante los tribunales eclesiásticos, y estos, como siempre, se lo tomaron con calma, pues es conocido que dichos tribunales miman a la universidad por su gran importancia como centro cultural y para evitar que profesores y estudiantes se dispersen, como ocurrió en Oxford hace veinte años tras otro encontronazo con las autoridades, a consecuencia del cual perdió profesores y alumnos en favor de las escuelas de la naciente Cambridge. Ante la inoperancia de dichos tribunales, los comerciantes elevaron sus quejas al palacio del Louvre, donde encontraron la atención de la reina regente Blanca de Castilla (41), madre de Luis IX (14), quien, enfrentada a una nobleza que no la acepta como regente, tiene en las ciudades el contrapeso imprescindible para imponerse en este lucha. La reina se alineó con los comerciantes y dictaminó que a la universidad se va a aprender, y no a divertirse y crear problemas a los ciudadanos, con lo que ordenó a la guardia real que detuviese a los estudiantes responsables. Cuando la guardia real llegó a la universidad, se produje el enfrentamiento que ha acabado con varias muertes de estudiantes. El cierre de la universidad tendrá graves consecuencias para París, y mostrará claramente el poder que la institución cultural ha alcanzado en la ciudad. Como consecuencia del cierre, se produjo una dispersión masiva de profesores y estudiantes, dejando inoperativo el que había sido el centro cultural más importante de la Cristiandad y beneficiando a otros estudios generales como los de Oxford, Tolouse y Reims. Además, la desaparición de los estudiantes ha sumido al Barrio Latino de París en una crisis económica de primer orden. Los que no se han unido a la protesta han sido las órdenes mendicantes, franciscanos y dominicos, cuyos profesores mantienen un importante con los profesores seculares por el control de la universidad, con lo que permanecen en la ciudad a la espera de que regrese la normalidad. El conflicto entre Blanca de Castilla y la Universidad de París durará más de dos años, y requerirá la intervención del papa Gregorio IX (84) para su solución, quien, el 13 de abril de 1231, ratificará los derechos de la universidad mediante la emisión de una bula que garantizaba a la universidad su sometimiento a la jurisdicción eclesiástica y le concederá el título de Madre de las Ciencias. Cuando ello ocurra, la mayoría de los profesores seculares no volverán a la universidad de París, cuyos principales puestos docentes serán copados por franciscanos y dominicos a lo largo de todo el siglo XIII. Relacionados -------------------- Felipe II consolida (y controla) la Universidad de París ¿Qué pasó después en la Cristiandad?

  • Blasco Maza, comendador de Montalbán

    MONTALBAN, 1228. En algún momento de este año se celebró el casamiento de Blasco Maza, uno de los antepasados del señor de Novelda, con Isabel d’Encarrós. No sabemos exactamente cuándo ni dónde se casó, pero sí sabemos que por entonces ya era señor de Villamarxant y comendador de Montalbán, la encomienda mayor de la orden de Santiago en el reino de Aragón. Blasco Maza es hijo del noble Pedro Maza que luchó en las Navas de Tolosa. Se trata, por tanto, de un integrante de la alta nobleza aragonesa, ya que el comendador mayor de Aragón era como el comandante en jefe de las tropas de choque (la orden militar de Santiago) en todo el reino de Aragón. También sabemos que era señor de Villamarxant, ubicada 30 km. al noroeste de Valencia, lo que nos da una idea de lo avanzado de la frontera sur del reino de Aragón en estos tiempos. Por su lado, la villa de Montalbán, ubicada al nordeste de Teruel, era una de las principales ciudades del reino de Aragón. Pedro II El Católico la conquistó a los almohades en 1208 y le otorgó fueros propios. Dos años más tarde, el monarca la entregaba a la orden de Santiago, cuyos monjes-caballeros mejoraron las murallas y construyeron un castillo, una iglesia y un convento. Es en este momento, durante los primeros años de la orden en la villa, cuando Blasco Maza ostenta el título de comendador mayor. Esta encomienda, por tanto, era la más importante del reino, lo que suponía que la villa de Montalban y las aldeas a ella adscritas eran capaces de proveer una importante cantidad de impuestos y levas a la orden, que son las que daban fuerza y prestigio al comendador mayor. Dentro de la jerarquía global de la orden de Santiago, Montalbán dependía de Uclés, la sede principal de la orden desde que Alfonso VIII de Castilla la donó a los caballeros después de que perdieran Cáceres (y toda la Extremadura leonesa) a manos de los almohades. La historia de la encomienda mayor de Montalbán es una de las más estudiadas y mejor conocidas, y sus titulares fueron siempre magnates nobiliarios de muy alta alcurnia. Hoy en día, Montalban (cuyo nombre viene de Monte Albano) comparte la capitalidad de la comarca de las Cuencas Mineras con la villa de Utrillas. En 2019 tenía una población de 1.233 habitantes, y su principal actividad económica era la minería. Del castillo, la iglesia y el convento construidos en el siglo XIII apenas quedan vestigios, pues en el siglo siguiente se construyó una nueva iglesia en honor de Santiago, mientras que el castillo fue prácticamente destruido durante la Primera Guerra Carlista. La villa de Montalbán es una de las más bonitas y mejor conservadas de la comarca de las Cuencas Mineras. Relacionados -------------------- Pedro Maza luchó en las Navas de Tolosa

  • Alfonso IX entra en Cáceres; cae el flanco occidental andalusí

    CÁCERES, 23 abril 1229. Quince años y cinco intentos fallidos después del primer asedio (1214), Alfonso IX ha entrado hoy en la ciudad de Cáceres y la reincorpora al reino de León, pues su padre Fernando II la había perdido durante la ofensiva almohades de 1174. Alfonso IX puso sitio a la plaza el mes pasado, y al contrario que en anteriores ocasiones, la ciudad no recibió ayuda de otras plazas. El hundimiento del imperio almohade ha acabado con la unidad de dirección en Al-Ándalus, lo que supone una herida mortal para las pequeñas taifas, las terceras, en que vuelve a dividirse el país. La entrada de las tropas en Cáceres ha tenido lugar el día de San Jorge, quien desde entonces será el patrón de la ciudad. La victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 no fue seguida de una expansión de los reinos cristianos: Alfonso VIII de Castilla no consiguió conquistar las cercanas plazas de Baeza o Úbeda, mientras que Alfonso IX de León, quien no participó en la batalla, al principio sí consiguió la gran conquista de Alcántara, pero fue detenido al año siguiente, en 1214, en su primer asalto a Cáceres. Se comprobaba así que una cosa era derrotar a los almohades en campo a abierto y otra muy distinta conquistar sus grandes y bien defendidas ciudades. Al Mustansir, el último gran califa almohade, hizo de Cáceres en el flanco oeste y de Jaén en el oriental los dos bastiones sobre los que descansó la frontera andalusí tras Las Navas de Tolosa. Y lo hizo con gran éxito, pues a pesar de la escasez de recursos militares, ambas ciudades rechazaron todos los asaltos cristianos hasta hoy, mientras que Jaén sigue resistiendo los ataques de Fernando III de Castilla. Alfonso IX de León ha estado quince años clavado ante las murallas de Cáceres. Tras el fallido asedio de 1214, volvió al ataque en 1218, y otra vez en 1223, con profusión de máquinas de asalto, otra vez más en 1225 y otra el año pasado, en 1228. Para en esta última ocasión, ya quedó claro que el caos en que quedó sumido Al-Ándalus tras las rebeliones internas de 1227 había afectado seriamente a la coordinación de las tropas. Desde entonces, Alfonso IX se dedicó a prepara el asalto definitivo, que es el que ha tenido lugar hoy. Había otra razón de peso para apresurarse en el asalto, y es que el rey de Castilla, Fernando III, ya practicaba correrías y razias por los alrededores de Sevilla y en el valle de Guadiana, dos zonas que pertenecen a la reserva de conquista leonesa. Ello es debido a que Fernando III dispuso de una gran ventaja estratégica al obtener el vasallaje del emir de Córdoba, Al-Bayyasi (El Baezano), con cuya colaboración consiguió el apoyo de Baeza para, desde allí, realizar incursiones en el mismo interior de Al-Ándalus, y con tanto en éxito que, antes de ser asesinado por traidor, Al-Bayyasi llegó a dominar sobre Córdoba y Sevilla. Si Alfonso IX no se apresuraba en avanzar, León podía perder toda su reserva de conquista en manos de Castilla. Alfonso IX no devolverá Cáceres a la orden de Santiago Y es que la enemistad entre el rey de león y su hijo el rey de Castilla es cada vez mayor; tras la muerte del heredero de León, a Alfonso IX solo le quedan dos hijas y el hijo que tuvo con Berenguela de Castilla, cuando estuvieron casados, y que en 1217, por increíbles azares del destino, fue coronado rey de Castilla. Desde entonces, Alfonso IX ha borrado el nombre de Fernando III de toda la burocracia y cita a sus hijas Sancha y Dulce como herederas el reino. Y además, ha iniciado los contactos con la cancillería de Aragón para concertar un posible matrimonio entre su hija Sancha y Jaime I, buscando un apoyo suficientemente sólido para rechazar cualquier conflicto con Castilla que, en el futuro, pudiera producirse. Es en esta coyuntura en la que se entiende que Alfonso IX haya decido no devolver la recién conquistada villa de Cáceres a la orden de Santiago, que la había recibido de su padre Fernando II en el momento de su fundación, en 1170. Alfonso IX alega ahora que los caballeros no supieron defender la villa y la perdieron en la ofensiva almohade poco después, con lo que la ha declarado villa de realengo. Pero todos saben que el motivo principal es que, tras la pérdida de Cáceres, la orden de Santiago se traslado a Uclés, y que desde entonces está mucho más vinculada al reino de Castilla que al de León. De hecho, la orden que Alfonso IX considera eminentemente leonesa es la de Alcántara, antes de San Julián del Pereiro, a la que sí entrego la plaza del mismo nombre tras su reconquista en 1213. La leyenda de la mora Mansaborá No se sabe exactamente cómo se produjo la conquista de la ciudad, pues parece ser que no hubo asalto contra sus magníficas murallas y sus veinte torres albarranas. Una leyenda popular sostiene que una princesa mora, hija del caíd de Cáceres, se enamoró de un capitán cristiano, a quien enseñó una entrada secreta a la ciudad para que pudieran verse. Durante mucho tiempo, el capitán se debatió entre su amor por la princesa y sus deberes con el rey de León, hasta que finalmente, el 22 de abril, se decidió a contárselo a su rey. Al día siguiente, el ejército cristiano se introdujo por el pasadizo y conquistó la ciudad. Cuando el caíd de Cáceres conoció que fue su propia su hija quien facilitó la entrada del enemigo, montó en cólera y mando encerrarla en los basamentos del alcázar, con lo que, tras la conquista, el capitán cristiano no consiguió reencontrarse con su amada. La leyenda dice que la princesa Mansaborá se aparece todas las noches de San Juan y vagabundea por la ciudad llorando por su amor. Relacionados --------------------- Cáceres vuelve a rechazar a Alfonso IX de León ¿Qué pasó después?

  • Jaime I; objetivo Mallorca... y León

    BARCELONA, 23 diciembre 1228. Los magnates catalanes reunidos en las Cortes de Barcelona han respondido afirmativamente a Jaime I (21): autorizan la recaudación de un "bovatge" especial para financiar la invasión de Mallorca, y apoyarán la empresa con tropas, en el caso de nobles y religiosos, y con bajeles, víveres y dinero en el caso de los comerciantes de la ciudad. El apoyo a la conquista del “regne de dins en mar” es unánime. Con esta decisión, Aragón vuelve al proceso de expansión que prácticamente quedó suspendido con la revuelta de la nobleza aragonesas y que no había avanzada desde la toma de Ademuz por parte de Pedro II en 1210. Es, al mismo tiempo, la respuesta de Jaime I a las peticiones de Barcelona para que intervenga contra el corso almohade con base en el archipiélago. El compromiso de los mercaderes barceloneses lo recibió Jaime I a través de Pere Martell, comitre de galeras de la ciudad en cuya casa tuvieron lugar reuniones preparatorias de lo que después se aprobaría en las sesiones solemnes celebradas en la sala de ceremonias del Palacio Real de Barcelona, la estancia que más tarde se convertirá en el Saló del Tinell. No se puede decir lo mismo de la nobleza aragonesa, reunida en las cortes de Lérida poco después, en abril de 1229, una ciudad con intereses más cercanos a Aragón que a las ciudades costeras catalanas. Allí sí le preguntaron por qué Mallorca y no Valencia, como se había intentado otras veces. Pero Jaime I había ido a Lérida a comunicar la empresa de la conquista y los términos de su participación, no a realizar ninguna petición. El ataque a Mallorca se realizará con el apoyo que ya había obtenido en Barcelona, y quien quisiera participar ya conocía los términos. Tras su triunfo contra el llamado “Alzamiento de Aragón”, la autoridad de Jaime I es ya máxima. Eventualmente, serían muchos los señores aragoneses que participarán en la empresa de Mallorca. A pesar de que las Islas Baleares no fueron mencionadas en el Tratado de Cazola (1179), Aragón puede mostrar un derecho histórico sobre la conquista de las islas, pues ya lo intentó su antepasado el conde de Barcelona Ramón Berenguer III (+1131) en una campaña entre 1114 y 1115 (que tuvo que abortar porque Barcelona fue atacada por los musulmanes), y porque, un siglo después, en 1205, Roma concedió a Pedro II El Católico (+1213) el derecho de establecer un obispado en Mallorca en caso de su conquista, cosa que no llegó a ocurrir. La empresa también cuenta con el apoyo de las potencias comerciales del Mediterráneo occidental, como Pisa, Génova e incluso Marsella, cuyos derechos comerciales sufrieron un fuerte deterioro tras la conquista del archipiélago por parte de los almohades, en 1203, y que también se han visto afectados por los corsarios almohades. El nuevo valí almohade Abu Yahia no era como los Banu-Ganiya, los almorávides que, a finales del siglo XII, hicieron de las Baleares un nudo comercial de primer orden. Está previsto que la empresa de conquista comience el próximo verano de 1229. Y también León. Porque Jaime I, tras haber superado la guerra civil contra la nobleza, ha ganado mucho prestigio y empieza a ser considerado como el contrapeso de Castilla en Hispania. Así lo han visto al menos Alfonso IX de León (58) y Sancho VII de Navarra (74), eternos enemigos de una Castilla que se expande triunfante desde el reinado del gran Alfonso VIII (+1214). En el caso del leonés, su único hijo varón es Fernando III (29), el rey de Castilla, y Alfonso IX quiere evitar a toda costa que su reino caiga en manos de los castellanos. Por eso, ha iniciado contactos con la cancillería aragonesa para concertar la boda de su hija Sancha (38) con Jaime I. La situación sería un obstáculo formidable en el caso de que Fernando III reclamara la corona de León. El asunto no es fácil, pues Aragón y Castilla han sido grandes aliados desde la época de Ramón Berenguer IV, quien precisamente casó a su hijo Alfonso II (+1196) con Sancha de Castilla (+1196, hermana de Alfonso VIII), y el propio Jaime I ha estado casado con Leonor de Castilla (38), hermana de Berenguela (48, reina madre de Castilla) y de Blanca (40, reina regente de Francia). Pero este matrimonio fue anulado por las nuevas medidas de consanguineidad aprobadas en Letrán IV, con lo que las relaciones entre Aragón y Castilla han vuelto a enfriarse. Está en juego quién dominará la Península Ibérica. Relacionados -------------------- Barcelona clama contra la piratería mallorquina La nobleza aragonesa se rinde a Jaime I; fin de la guerra civil ¿Qué pasó después en Aragón? ¿Qué pasó después en Hispania?

  • Stupor Mundi! Una cruzada sin bendición papal y con su líder excomulgado

    SAN JUAN DE ACRE, septiembre 1228. Hoy ha arribado la flota cruzada del emperador Federico II al puerto de San Juan de Acre, capital del reino de Jerusalén. Por primera vez desde que se iniciaron las cruzadas, hace casi 150 años, se trata de la primera que no ha sido organizada por Roma y no tiene la bendición papal. Y además su líder, el mismo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, ha sido excomulgado por el papa Gregorio IX. El mundo asiste perplejo a una situación inverosímil. Algunos contemporáneos ya califican al emperador Federico II como el “Estupor del Mundo”. Se sabe que el emperador había mantenido conversaciones con el embajador del sultán de Egipto al-Kamil, quien poco antes de la caída de Damieta durante la Quinta Cruzada, había ofrecido a los cruzados la ciudad de Jerusalén si se retiraban de Egipto, algo que los cruzados rechazaron. Al Kamil está en guerra con su hermano, el sultán de Egipto. Federico II fue excomulgado en septiembre del año pasado, cuando tras embarcar sus tropas hacia lo que iba a ser la Sexta Cruzada, tuvo de regresar a puerto por un brote de peste. El papa Gregorio IX lo consideró el enésimo retraso injustificado del emperador en acometer la cruzada a que se comprometió cuando fue coronado en 1220, y procedió a su excomunión. Federico II siempre negó que hubiera cancelado la cruzada premeditadamente. Por ello, inició una campaña contra al papa, al que acusó de deshonestidad en su decreto de excomunión. Durante el invierno de 1227-28, el emperador intentó negociar con el papa los términos de una nueva cruzada, pero este se negó a recibirlo. La reacción de Federico II fue contundente: organizó la cruzada él mismo y convocó a sus vasallos. Al principio del verano de 1228, la flota cruzada zarpaba de Italia, en junio hacía escala en Chipre y en septiembre atracaba en el puerto de San Juan de Acre. Roma, que no esperaba tal reacción, se ha quedado perpleja y y ha llegado al extremo de calificar a Federico como el Anticristo. Perpleja, sí, pero no de brazos caídos. Inmediatamente, Gregorio IX recordó a todo el Orbe que Federico “el que se denomina emperador” está excomulgado, y que ello disolvía las obligaciones de vasallaje, e incluso permitía el ataque a las posesiones del excomulgado. Esta llamada ha desatado una crisis internacional de enormes dimensiones. Es cierto que Federico II ha conseguido reunir a muchos vasallos, pero sus tropas no tienen comparación con los grandes ejércitos que se reunieron para la Cuarta Cruzada (que acabó saqueando Constantinopla) o la Quinta (que fue rechazada en Egipto). La mayoría de los señores y magnates de Oriente utilizarán la excomunión para actuar en función de sus propios intereses, y muchos pondrán obstáculos a la colaboración con el emperador. Un caso paradigmático son las órdenes militares, cuya obediencia al papa chocará con su función de defender a Cristo y luchar contra los infieles allá donde sea posible. Templarios y Hospitalarios han decidido acompañar al emperador, pero a una jornada de distancia, lo que reduce mucho la capacidad operativa de sus fuerzas. Además, Gregorio IX ha comenzado a reunir fuerzas para invadir Sicilia, el reino que el emperador obtuvo de su madre Constanza de Altavilla, (y que destruyó el equilibrio alcanzado tras la Paz de Venecia, en 1177). Todo es como una vuelta al pasado: igual que ocurría antes de Legnano, el papado está incitando a las ciudades lombardas a levantarse contra el emperador, como hicieron contra su abuelo Federico I Barbarroja. Y por si fuera poco, ha fallecido el hermano de al-Kamil, el sultán de Damasco con quien al-Kamil estaba en guerra. Federico II pretendía ofrecer ayuda militar a al-Kamil a cambio de la entrega de la ciudad de Jerusalén, pero la muerte del contrincante ha desbaratado sus planes. En estos momentos la situación de Federico es muy preocupante; tiene a su reino de Sicilia seriamente amenazado, y en Tierra Santa no cuenta con el apoyo de más de la mitad de las fuerzas señoriales y de las órdenes. Pero sí puede contar con una: con la orden de los Caballeros Teutónicos, la orden a la que donó todas las tierras que pudieran conquistar al Este del río Vístula. Con ella, y con su fiel Gran Maestre Hermann Von Saltza, el emperador podrá contar siempre. IMAGEN SUPERIOR: FOTOGRAMA DEL DOCUMENTAL "FREDERICK II CRUSADE" Relacionados -------------------- El emperador, excomulgado; tambores de guerra en la Cristiandad Noticas del Sacro Imperio Noticias de Roma Noticias de la Cristiandad ¿Qué pasó después en la Cristiandad? ¿Qué pasó después en el Imperio y en Roma? ¿Qué pasó después en las Cruzadas?

  • Ibn Hud entra en Murcia tras un nuevo levantamiento

    MURCIA, verano 1228. Ibn Hud, el noble descendiente de la familia hudí de Zaragoza que el año pasado se levantó contra, y fue derrotado por, el autoproclamado califa El-Ola, ha vuelto a protagonizar otra rebelión contra el poder almohade y esta vez ha conseguido un gran éxito: dada la ausencia del ejército califal, Ibn Hud y sus seguidores han entrado triunfantes en la ciudad de Murcia, la capital de Shark Al-Ándalus y segunda ciudad andalusí en importancia tras Sevilla. Los truculentos sucesos de septiembre pasado, cuando el gobernador de Sevilla El-Ola se autoproclamó califa y se rebeló contra su hermano al-Adil, fueron la gota que colmó el vaso de la inestabilidad almohade, un estado en caída libre desde la muerte de al-Mustansir en 1223, su último gran califa. El-Ola tuvo que enfrentarse, primero, a la rebelión de Ibn Hud en el valle de Ricote, del año pasado, y después a las revueltas de benimerines y hafasíes en el norte de África. Para conjurar este última peligro, el ejército califal tuvo que abandonar Al-Ándalus con destino a El Magreb. Cada día que pasa disminuyen las esperanzas de que vuelva algún día. La falta de autoridad que se produjo entonces convirtió a Al-Ándalus en un país confundido y desprotegido, que veía como sus últimos gobernantes se convertían en vasallos de los cristianos (Al-Bayyasi, El Baezano) o luchaban entre ellos (los hermanos Al-Adil y El-Ola). Ibn Hud, descendiente de una importante familia con raíces en Zaragoza, parece haber galvanizado esta situación y, desde el valle de Ricote en Murcia, se ha convertido en el líder de la resistencia musulmana en Hispania. Ibn Hud fue la respuesta del pueblo andalusí al hartazgo con sus dirigentes y la opción más viable contra la presión cristiana. Desde Murcia, gobernará en el palacio residencial y el castillejo de recreo que, cincuenta años atrás, construyó otro rey murciano que también se enfrentó a los almohades; ibn Mardanish, el Rey Lobo. Desde allí expandirá su rebelión a prácticamente todo el Al-Ándalus. En los próximos años, sus huestes controlarán Almería, Jaén, Málaga y Granda, llegando hasta Sevilla, en 1231, y a Algeciras en 1232. El Castillo de Ricote, centro del levantamiento de Ibn Hud, se encuentra hoy en ruinas. A pesar de ello, su silueta nos permite imaginar cuán imponente resultaba la fortaleza, dueña y señora del valle de Ricote. Se encuentra ubicado en un elevado cerro de la sierra del Salitre, 150 mts por encima de la población de Ricote. A pesar de su estado, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. IMAGEN SUPERIOR: REPRESENTACIÓN DE LA OBRA DE TEATRO “IBN HUD, EL ÚLTIMO SUSPIRO ANDALUSÍ”, DE LA COMPAÑÍA DE TEATRO HISTÓRICO DE LOS MOROS Y CRISTIANOS DE MURCIA ESTADO ACTUAL DEL CASTILLO DE RICOTE RECONSTRUCCIÓN DIGITAL DEL CASTILLO DE RICOTE Relacionados -------------------- El gobernador de Sevilla se levanta contra su hermano el califa Noticias de Al-Ándalus Noticias de Hispania ¿Qué pasó después?

  • Caos en Marrackech; Al-Ándalus, abandonado

    MARRACKECH, 5 octubre 1227. El califa al-Adil ha sido asesinado hoy en Marrackech por su visir, tres semanas después de que su hermano Abu El-Ola, que gobernaba Al-Ándalus desde Sevilla, se hubiese rebelado contra él y declarado califa. Al-Adil tenía 57 años, y era califa desde que él también se rebelara contra el califa de Marrackech, Al-Walid, en 1223, cuando era gobernador de Murcia. Tras la rebelión, al-Adil pasó a El Magreb para enfrentarse a la levantisca tribu de los benimerines y a las revueltas de los hafasíes en Ifraquiya (Túnez), dejando a su hermano Abu El-Ola como gobernador de todo Al-Ándalus. Pero el pasado 15 de septiembre, El-Ola se levanto contra su hermano en Sevilla, autoproclamándose califa. Pero tres semanas después, el propio Al-Adil caía asesinado en Marraquech, al parece a manos de su visir y siguiendo los planes de una conspiración de origen benimerí que buscaba paz y autonomía para sus territorios. El hundimiento de los almohades en el norte de África parece ya inevitable. Como muestra final, se sabe que Abu El-Ola ha renegado de la doctrina almohade y vuelve a la obediencia del califato abassí de Bagdad, la que abandonaron a mediados del siglo XII para crear su imperio independiente. Las consecuencias de todos estos acontecimientos serán muy importantes. Para empezar, el territorio controlado directamente por Marrackech se ha reducido al que hay entre la ciudad, la nueva Rabat y el Atlas, mientras que El Magreb permanece controlado por los benimerines e Ifraquiya por los hasafies. Pero también se generarán revueltas en Al-Andalus, donde el medio siglo de dominio almohade había cosechado enemigos entre los mismos andalusíes. Como en Murcia, donde Ibn Hud, un descendiente de la dinastía hudita de Zaragoza, se levantará contra El-Ola en el valle de Ricote, en Murcia. En un primer momento, El-Ola derrotará al ejército de Ibn Hud, pero el caos que se había apoderado de Marrackech le obligará a cruzar el estrecho poco después y dirigirse a la capital, donde conseguirá cierta estabilidad frente a benimerines y hasafies. Pero a cambio, Al-Andalus se ha quedado sin la protección del ejército califal, y solo puede contar con las fuerzas de sus grandes ciudades, algo que está aprovechando Fernando III, que va ampliando el número de villas y fortalezas ocupadas y engrosando su tesoro cada vez que pacta parias con emires y wallies. En estos momentos, Al-Andalús está totalmente desprotegido. IMAGEN SUPERIOR: FOTOGRAMA DEL CORTOMETRAJE DE ANIMACIÓN "RICOTE; ÚLTIMO REDUCTO MORISCO DE LA PENÍNSULA". Relacionados -------------------- La muerte del califa Al-Mustansir destapa la debilidad almohade Noticas de Al-Ándalus Noticias de Hispania ¿Qué pasó después?

  • El emperador, excomulgado; tambores de guerra en la Cristiandad.

    ROMA, 28 septiembre 1227. “En virtud del poder que nos ha sido conferido por Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y por los apóstoles Pablo y Pedro, Nos excomulgamos y anatemizamos a Federico, que se denomina emperador…” Así comienza el duro decreto emitido hoy por el palacio de Letrán en el que se excomulga al emperador Federico II Hohenstauffen (34). Se le acusa de incumplir la promesa de iniciar una nueva cruzada, de haber privilegiado a musulmanes y judíos, y de haber engañado a Dios en la figura del Santo Pontífice. El responsable no es otro que el nuevo papa Gregorio IX (57), que consideraba la política de su predecesor Honorio III (+1227) demasiado condescendiente con el emperador. El motivo alegado en la excomunión es el enésimo retraso de Federico II en iniciar la cruzada que se comprometió a liderar cuando fue coronado emperador, hace ya siete años. Esta vez, el emperador llegó a concentrar las tropas en Brindisi y a embarcarlas, pero hubo de cancelar la empresa poco después porque las tropas estaban siendo afectadas por una epidemia de peste. Gregorio IX no ha aceptado su explicación. En realidad, hay motivos de fondo más poderosos. Lo que en realidad pretende Gregorio IX es el cumplimiento de lo acordado hace cincuenta años en la Paz de Venecia (1177), el espectacular y mayor evento diplomático de la historia (hasta entonces) donde el papa Inocencio III (+1217) impuso sus condiciones a Federico I Barbarroja (+1190), abuelo del actual emperador, en la secular lucha entre papado e imperio por la supremacía en la Cristiandad. Los acuerdos de Venecia formalizaron la supremacía de Roma tras la victoria de Milán sobre el Sacro Imperio en Legnano (1176), pero una vez fallecido Barbarroja (1190), Enrique VI volvió a declarar que consideraba legítimas las aspiraciones de supremacía imperial de su padre (Bari, 1195). Su inesperada muerte en 1197 disparó la rivalidad entre la casa Hohenstauffen y la casa Welf, por el trono imperial. En esa coyuntura, Inocencio III se erigió en árbitro y se decantó, sin dudarlo, contra los Stauffen, que proponían a Federico Roger, y a favor de Otón, líder de los Wefl y coronado emperador en septiembre de 1209. Pero no había pasado ni un mes desde que Otón IV fuera coronado cuando se desdijo de todo lo prometido y exigió prácticamente lo mismo que Enrique VI en Bari. La excomunión le cayó inmediatamente, e Inocencio III no tuvo más remedio que volverse hacia el adolescente Federico Roger. A pesar de que Oton IV quedó arrinconado tras la derrotada en Bouvines en 1214, Inocencio III no se fiaba un pelo del Stauffen, ya proclamado rey de Alemania desde 1211, y siguió sin fiarse hasta que falleció, en 1217, sin haber dado el paso de coronar al joven Federico. El anciano Honorio III, su sucesor, se vio obligado a ceder para salvar la Quinta Cruzada, una empresa que se desarrollaba en Egipto. Los cruzados habían tomado Damieta, pero estaban inmovilizados en tierra hostil mientras esperaban los refuerzos prometidos por Federico. El año 1220 fue pasando con el Stauffen controlando el timing de la negociación. Angustiado por la situación en Egipto, el 8 de noviembre de 1220 Honorio III coronó a Federico II como emperador del Sacro Imperio con la promesa de enviar inmediatamente tropas a Egipto. Fue un gran éxito del joven Federico Roger. Pero el nuevo emperador demoró los preparativos hasta que una revuelta musulmana en Sicilia le facilitó la excusa perfecta: no podía cumplir lo prometido. En Egipto, los cruzados ya no podían esperar más. En un dramático consejo de guerra celebrado en mayo de 1221 decidieron atacar El Cairo en lugar de retirarse. Es resultado fue una derrota catastrófica en Mansurah, a 140 km al norte de El Cairo, y el consiguiente abandono de Egipto. Todos culparon al emperador, un emperador que, además, incorporaba a musulmanes y judíos a la administración de su reino, y que fundaba su universidad en Nápoles para evitar la injerencia de la iglesia romana. La muerte del débil Honorio III en marzo de este año y la elección de Gregorio IX ha empeorado la posición de Federico quien recibió un ultimátum de la curia romana: o iniciaba inmediatamente una nueva cruzada, sufragada por él mismo, o sería excomulgado. Federico II percibió el cambio de fuerzas e inició la concentración de tropas en Brindisi. Pero la mala fortuna hizo que una epidemia de peste se desatara en la ciudad portuaria. Aún así, Federico II ordenó el embarque del ejército, pero la cifra de víctimas se disparó, y a los pocos días la flota regresaba al puerto de Otranto. Gregorio IX lo ha considerado un nuevo engaño y ha decretado la excomunión fulminante. Pero Federico Roger no está solo. Parte de la nobleza romana y de las ciudades lombardas, eternamente enfrentadas entre sí, lo apoyan, y su prestigio en la Cristiandad es importante. Con ello, sus partidarios han iniciado una campaña de ataque a Gregorio IX acusándolo de mala fe. Por su lado, el papa he respondido ofreciendo la libertad a las ciudades lombardas que rechazan el yugo imperial, con Milan a la cabeza. Trece años después de Bouvines (y cincuenta después de Legnano) vuelven los tambores de guerra a la Cristiandad. IMAGEN SUPERIOR: DRAMATIZACIÓN DE GREGORIO IX EN EL DOCUMENTAL "FREDERICK II, CRUSADE". Relacionados -------------------- Federico II es coronado emperador tras una dura negociación Federico II funda la primera universidad laica de la historia ¿Qué pasó después?

  • Muere Gengis Kan, creador del mayor imperio terrestre de la historia

    NING-XIA, 18 agosto 1227. Gengis Kan, el caudillo que unificó a los mongoles y dirigió la extraordinaria expansión de este pueblo, ha muerto hoy en Ning-Xia (actual Yinchuan), la capital del reino Xia Occidental, cuando participaba en el asedio de la ciudad. Oficialmente ha muerto por las heridas causadas tras la caída de su caballo, lo que no deja de extrañar a muchos dada su larga experiencia como jinete. Tenía 65 años de edad. Gengis Kan había vuelto al reino Xia Occidental para sofocar una cadena de revueltas de los tangut. Tras la caída de la ciudad, todos sus habitantes, no solo los guerreros, han sido pasados a cuchillo y la ciudad ha quedado reducida a cenizas. La marca de terror y destrucción que acompaña a los mongoles ha alcanzado uno de sus puntos más álgidos. A fecha de hoy, todavía no se sabe donde está enterrado el cuerpo de Gengis Kan, y la búsqueda de su tumba es uno de los mayores retos arqueológicos. Precisamente, fue en el reino Tangut, o Xia Occidental, donde, por primera vez, los mongoles salieron de su zona de asentamiento tradicional e iniciaron su expansión (1209), aunque la falta de experiencia en el asalto a ciudades amuralladas impidió el asalto y acabó con un pacto de sumisión. En esta región se adueñaron de un importante tramo de la Ruta de la Seda. Poco después, en 1212, iniciaron su asalto a la China Jin o del Norte. Aunque su capital Zongdhu no pudo ser asaltada, el sitio y el hambre acabaron con la sumisión del emperador Jin a los mongoles. Pero en 1215, los Jin desobedecieron al kan y desencadenaron la represión que, esta vez sí, acabo con la toma y destrucción de Zongdhu y la masacre de su población. Los mongoles habían aprendido a asaltar ciudades. Sobre sus ruinas fundaron una nueva ciudad que llamaron Yaijing, un nombre que derivará en Beijing, en español Pekín. Una vez llegados al Pacífico, Gengis decidió girar al oeste en lugar de hacia al sur, donde la China Song (o del Sur) y los reinos coreanos se asentaban sobre tierras irregulares y cubiertas de arrozales que hacían difícil las maniobras de la caballería, la principal arma mongola. En el oeste entraron en contacto con el recién creado imperio corasmio, con quien inicialmente firmaron un acuerdo comercial. Pero un incidente con una caravana mongola desató las hostilidades que terminaron con la toma de Samarcanda y otras grandes ciudades de la Ruta de la Seda, como Bujara, Merj o Urgench (1220). Pero los mongoles no se detuvieron allí; dos columnas persiguieron al sah Mohammed (+1222) hasta el Mar Caspio. En su camino, contactaron con el califato abassí de Bagdad, llegando a planear el asalto a la ciudad. Finalmente, viraron al norte y saquearon los territorios que hoy son Georgia y Azerbayán (1222). Tras sus victorias, los mongoles entraron en la estepa ucrania, y derrotaron a las tropas del rus de Kiev en la terrible batalla del rio Kalka (1223), la ciudad se salvó por la gran anchura del río Dnieper. La inestabilidad y las revueltas en el reino Xia Occidental frenaron el avance. En menos de 20 años, los mongoles han creado el mayor imperio terrestre de la historia, con más tierras bajo su control que las que los romanos tardaron 400 años en dominar. Su imperio tendrá la misma extensión que todo el continente de África. La historia de Gengis Kan no sería del todo justa si solo nos ciñéramos a su hazañas bélicas y al terror que las acompañaba, y obviásemos la avanzada organización que edificó para controlar tan extensos territorios, adoptando instituciones de los pueblos conquistados. Como la Yassa, una avanzada legislación que ordenaba la vida social, o el Yam, un sistema de postas que permitía enviar información de un extremo al otro del imperio en tiempo récord. Además, una vez terminadas las conquistas, pasaba el tiempo del terror y llegaba el de la Paz Mongola; sus caminos y ciudades se convertían en los más seguros del planeta si no se desafiaba la autoridad del kan. Ello ha permitido un nuevo florecimiento de la Ruta de la Seda, que hasta la llegada de los mongoles se había convertido en un lugar frecuentado por salteadores. Con esta seguridad, el comercio a través de la Ruta de la Seda experimentará un florecimiento espectacular, y con él crecerán los impuestos, convirtiendo a Gengis Kan en el gobernante más rico del planeta. Gengis Kan fue enterrado en un lugar secreto, se supone que alrededor de Karakorum, la capital mongola. Siguiendo sus instrucciones, todos los que participaron en el cortejo fúnebre, o solamente lo presenciaron, perdieron la vida para que no pudieran contar nada sobre él. Hoy en día todavía no se ha encontrado su tumba. Gengis Kan repartió su fortuna y su imperio entre su cuatro hijos: Yetchi, el primogénito, y después su hijo Batu (22), gobernaron sobre el Kazajstán; el segundo, Yagatai (44), se asentó en el Turkestán; Odegei (41), el tercero, recibió Zungaria y China y, finalmente Tului (37), el menor, recibió Mongolia. El mundo queda a la espera de comprobar cómo la muerte de Gengis Kan afectará a la expansión del pueblo mongol. IMAGEN SUPERIOR: DETALLE DE ESTATUA DE GENGIS KAN, DE NATIONAL GEOGRÁPHIC LA MAYOR ESTATUA EQUESTRE DEL MUNDO EN ULAN BATOR, EN HONOR DE GENGIS KAN Relacionados ----------------- Los mongoles llegan a las puertas de Kiev Ruta de la Seda, el músculo financiero del impero mongol Noticas de ASIA/ÁFRICA Tendencia MONGOLES ¿Qué pasó después con los MONGOLES? ¿Qué pasó después en ORIENTE?

  • Golpe a la expansión danesa: los alemanes derrotan a Valdemar II

    BORNHÖVED, 22 julio 1227. Una coalición de milicias urbanas de Lübeck, Hamburgo y tropas de los señores alemanes capitaneada por el conde Adolfo IV de Schauenburg y Holstein ha derrotado hoy al ejército de Valdemar II y su aliado Otto de Welf en una sangrienta batalla que ha tenido lugar en Bornhöved, al sur de la península de Jutlandia, y de la que el propio Valdemar II ha salido gravemente herido. Las tropas alemanas frenan así el intento del rey danés de recuperar sus posesiones en el norte de Alemania, las que perdió cuando fue secuestrado por esos mismos señores hace ahora cuatro años. Desde el mismo momento en que Valdemar II fue liberado del secuestro, el monarca prometió venganza y comenzó a planificar la empresa de recuperación de aquellos territorios, entre los más importantes Dannenberg, Dassel, Schaumburg, Schwerin y las pujantes ciudades de Lübeck y Hamburgo. Tras conseguir el apoyo de los nobles daneses, Valdemar II consiguió reunir un gran ejército que descendió por la península de Jutlandia hacia los condados del noroeste de Alemania. A su encuentro salieron las tropas alemanas al mando del conde Adolfo VI de Schauenburg. La superioridad de las tropas danesas fue evidente durante la mayor parte de la batalla, y todo indicaba que la victoria caería del lado danés. Pero la deserción del contingente dithmarsiano mermó en extremo al ejército del rey, que empezó a ser superado. Fue una batalla extremadamente prolongada y sangrienta. Valdemar II fue herido en un ojo y perdió a varios de sus caballos, corriendo peligro su propia vida hasta que uno de sus ayudantes consiguió sacarlo del campo de batalla. La victoria de los señores germanos supondrá la final de la influencia danesa en el Mar Báltico, donde Dinamarca había conseguido grandes ganancias durante los reinados del propio Canuto VI y su hijo Valdemar II, quien supo aprovechar la debilidad alemana durante el cisma imperial que enfrentó a Ottón IV Welf y a Federico Roger Hohenstauffen. De hecho, el emperador Federico II ya había reemplazado a los daneses en las costas sudorientales del mar Báltico con la constitución de un estado monástico para la Orden de los Caballeros Teutónicos, dirigidos por su excepcional Gran Maestre Von Salza. En lo sucesivo, la expansión de la Cristiandad hacia el este tendrá acento alemán. IMAGEN SUPERIOR: REPRESENTACIÓN DE LA BATALLA DE BORNHÖVEN DE LA CRÓNICA SAJONA DEL MUNDO (DE WIKIPEDIA) Relacionados ----------------- Nobles alemanes secuestran a Valdemar II de Dinamarca Noticias de Resto de Europa Noticias de Europa ¿Qué pasó después en la Cristiandad? ¿Qué pasó después en Resto de la Cristiandad?

  • La nobleza aragonesa se rinde a Jaime I

    ALCALÁ DEL OBISPO, 22 marzo de 1227. Con la aceptación de la sentencia emitida hoy por el jurado arbitral, Jaime I de Aragón y sus nobles han llegado a un acuerdo para dar por finalizada la guerra civil que los enfrentaba desde el verano pasado. El jurado, compuesto por el Obispo de Tarragona, monseñor Espàrrec, el obispo de Lérida, monseñor Balaguer, i el maestre de la orden del Temple en Aragón, Francesc de Montpesat, ha acordado que todos los nobles deberán prestar obediencia al rey de Aragón, y a cambio éste pedonará a sus vasallos rebeldes e incluso resarcirá económicamente a algunos de sus cabecillas, como su tío Fernando, abad de Montearagón, y garantizará la protección de otros, como el obispo de Zaragoza, Sancho de Ahonés (hermano de Pedro de Ahonés, cuya muerte desencadenó la guerra). Ocho años después de que los nobles consiguieran la regencia de manos del papa Honorio III, Jaime I se impone firmemente como rey de Aragón. La guerra experimentó un giro de 180 grados el pasado mes de enero, durante el asedio de Les Celles, cuando teniendo sitiada la fortaleza, Jaime I decidió no levantar el asedio ante la llegada de las tropas rebeldes de su tío Fernando, que eran más numerosas que las del propio rey. Ante tal desafío, los atacantes decidieron retirarse en lugar de atacar; poco después Les Celles se entregaba a Jaime I, el primer asedio con éxito del joven rey tras los sonados fracasos de Albarracín (1220), Peñiscola (1224), Loarre y Bolea (1226). Tal fuerza de carácter provocó los primeros movimientos diplomáticos en busca de una solución al conflicto. Protagonizados por monseñor Espèrreg, inicialmente no tuvieron éxito, pues encontraron a los rebeldes firmes en sus exigencias. Pero Jaime I no se rindió ante la vía diplomática, llegando a jugarse la vida, literalmente, con tal de acordar la paz con sus vasallos. Es lo que ocurrió en Huesca, en febrero pasado. Ante la oferta de diálogo de la ciudad, Jaime I acudió a Huesca prácticamente sin escolta. Allí hizo un discurso ofreciendo la paz y la concordia, pero rumores de que las tropas reales se disponían a asaltar la ciudad, malograron el acuerdo. Pero Jaime I, quien de ninguna manera estaba dispuesto a sufrir otra reclusión forzosa como la de Zaragoza dos años atrás, actuó hábilmente; y sin perder los nervios, pidió la cena fingiendo que se quedaría en Huesca aquella noche, pero en lugar de cenar consiguió las llaves de una puerta y salió tranquilamente de la ciudad. La actitud decidida del rey, quien definitivamente ya no era el adolescente de Albarracín, aceleró los acontecimientos. Poco después, las partes llegaban a un acuerdo de arbitraje. La aceptación del jurado arbitral, formado por al arzobispo de Tarragona, el obispo de Lérida y el maestre del Temple, favorables al rey de Aragón, ya daba una idea de la sumisión de los nobles ante Jaime I. La Concordia de Alcalá, como se conoce a este hito histórico, no ha hecho más que formalizar esta rendición. Alcalá del Obispo es hoy un municipio de la provincia de Huesca, localizado a 11 km. al sureste de la capital y con una población de algo más de 300 habitantes. Fue fundada por los musulmanes, quienes construyeron el castillo en cuyas faldas se desarrolló la población. Sobre ese castillo se construyó la actual iglesia dedicada a San Miguel, patrón de la ciudad. En sus alrededores se encuentran el molino de Farañás, de origen medieval, y el palacio de los Gurrea, en Agravieso. En el término municipal de Alcalá del Obispo se encuentra el aeropuerto de Huesca-Pirineos, inaugurado en 2007. Relacionados ---------------- Matan a Pedro de Ahonés tras enfrentarse a Jaime I y estalla la guerra civil en Aragón Noticias de Aragón Noticias de Hispania ¿Qué pasó después en Aragón? ¿Qué pasó después en Hispania?

  • Barcelona sale de sus murallas romanas

    BARCELONA. El alejamiento de la frontera con Al-Ándalus y el proceso de descomposición en que se encuentra el imperio almohade, se ha traducido en la pacificación de la ciudad de los condes de Barcelona y reyes de Aragón. Esta tranquilidad ha permitido que Barcelona, que se había situado en máximos de densidad, haya empezado a extenderse más allá de las murallas romanas, las que han defendido la ciudad durante los últimos mil años. Esta expansión se está localizando en “viles noves o burgos que nacen alrededor de monasterios e iglesias ubicadas extramuros, así como hacia el mar o siguiendo los caminos que salen de la ciudad, todos ellos lugares de gran actividad comercial. Uno de los más importantes se ubica junto al Portal Mayor (hoy Puerta del Ángel), donde nace el camino de Francia. Allí se ha establecido un importante mercado alrededor del cual ha crecido rápidamente un burgo conocido como vila nova del Mercadal. En el mismo camino de Francia, un poco más alejado, ha nacido otro burgo alrededor del Hospital de Marcus y la acequia real; allí había un capilla en honor de San Cucufato (Cugat, en catalán) con lo que el lugar e conoce como vila nova de Sant Cugat. Y poco más adelante, otro monasterio, el de Sant Pere, ha dado lugar a la vila nova de Sant Pere. En la puerta del norEoste, llamada Portal del Bisbe por estar muy cerca del palacio del arzobispo, y siguiendo lo que era el antiguo acueducto romano, ha nacido la vila nova dels Arcs (por los restos del acueducto). Por el Portal del Call (en refeerencia al barrio judío) y a lo largo del sendero que conduce al arroyo de la rambla, ha crecido otro burgo alrededor de la iglesia de Santa María del Pi. Pero el más importante de los nuevos burgos era el que había crecido junto al mar, como no podía ser de otra manera en una ciudad volcada hacia el comercio exterior. Se trata de la vila nova del Mar, que aloja a trabajadores de los astilleros (Dressanes), porteadores o comerciantes. Allí, en el siglo siguiente, se construirá la iglesia de Santa María del Mar. La situación del interior del ciudad romana, finalmente, sigue inalterada. Dividida en cuatro cuadrantes por dos grandes vías que se cruzan en el centro, lo que era el foro romano y hoy es plaza de Sant Jaume. En el cuadrante superior derecho se encuentran las sedes del poder religioso y militar, la catedral y el palacio condal, mientras que en la vía principal se encuentra la casa de la ciudad, sede del poder civil. FOTO SUPERIOR: PLANO DE BARCELONA FINALES SIGLO XII DEL BLOG URBAN NETWORKS PLANO DE BARCELONA INTRAMUROS, DE LA WEB GEOGRAFIAINFINITA.COM

  • Barcelona clama contra la piratería

    BARCELONA, diciembre de 1226. Los comerciantes y navegantes de Barcelona han trasladado al rey Jaime I (22) su indignación por el último asalto de corsarios mallorquines contra naves barcelonesas. El ataque tuvo lugar cuando dos galeras catalanas fueron apresadas a la altura de las aguas de Ibiza. Además, también se capturó una nave genovesa anclada en el puerto de la isla. Las pérdidas han sido muy cuantiosas. Jaime I ha prometido su apoyo a los mercaderes y ha comunicado a sus representantes que pronto retomará el viejo proyecto de reconquistar las Islas Baleares. No obstante, los preparativos de la empresa no podrán empezar hasta que finalice la guerra civil que en estos momentos azota Aragón. Aunque la actividad de los corsarios es habitual en las zonas de comercio marítimo, la tensión en las aguas baleares venía sufriendo una importante escalada en los últimos años. Hasta hace poco, dicha actividad no interfería en lo que podíamos llamar unas relaciones “normales” entre los implicados; comerciantes barceloneses, genoveses, pisanos o provenzales atracaban con normalidad en los puertos almohades de las islas, Mallorca e Ibiza principalmente. De hecho, en Mallorca existían monjes trinitarios y mercedarios que se encargaban de negociar con las autoridades de la isla el rescate de los cristianos capturados, facilitando la resolución de los conflictos que la actividad corsaria generaba. La escalada actual comenzó cuando dos saetías catalanas, procedentes de Tortosa, capturaron una tarida cargada de madera que se dirigía a Mallorca. Efecto del desprestigio real Ante el ataque, el walli almohade de Mallorca, Abu Yahya, reunió a comerciantes pisanos y genoveses y les preguntó cómo debía responder al ataque. Los comerciantes le dijeron al walli que el rey de Aragón era un monarca débil, que había sido incapaz de tomar Peñíscola y que se encontraba en plena guerra con sus nobles. Abu Yahya, que gobernaba las Islas Baleares de forma prácticamente independiente debido al estado de descomposición en que se encuentra el imperio almohade, decidió aprovechar la coyuntura y ordenó a su hijo que construyera una flota para intensificar el corso contra las naves de Jaime I. Esta flota ha sido la responsable del ataque a las naves mercantes. Se trata, pues, de un efecto colateral del desprestigio de Jaime I por la debilidad mostrada ante la rebelión de su nobleza. La reacción de Jaime I, con el permiso de Pisa y Génova Aunque Jaime I ha contestado a los mercaderes que retomará el proyecto de reconquista de Mallorca en pago, por la lealtad de la ciudad de Barcelona en la guerra civil que ahora sufre Aragón, fuentes de la cancillería reconocen que han empezado los contactos con las ciudades de Pisa o Génova, las potencias navales que controlan el comercio en el Mediterráneo occidental, y sin cuyo consentimiento toda acción que suponga expansión o interferencia en sus intereses tendrá dificultades para alcanzar el éxito. En este sentido, el hecho de que una de las naves afectadas por el corso sea genovesa podría facilitar las aspiraciones del rey de intervenir en Mallorca. En cualquier caso, la asociación de Mallorca a la expansión de la corona de Aragón cuenta con el aval de Roma, quien concedió a Pedro II El Católico el derecho a crear una diócesis en las islas en cuanto fueran conquistadas. Por otra parte, la nobleza de la corona de Aragón está claramente dividida entre las prioridades que debe tener la reconquista; mientras los comerciantes de Barcelona insisten en la importancia de conquistar Mallorca y acabar con la piratería, que tanto afecta a su creciente actividad comercial, los nobles aragoneses exigen que la prioridad sea Valencia, acción de la que obtendrían beneficios directos en forma de nuevas tierras. Tanto Valencia como Mallorca se consideran territorios incluidos en la zona de expansión aragonesa según el Tratado de Cazola, firmado hace 47 años entre Castilla y Aragón para repartirse la reconquista de Al-Ándalus. Relacionados -------------------- Zaragoza y Huesca se unen a la rebelión contra Jaime I Noticias de Aragón Noticias de Al-Ándalús ¿Qué pasó después en Aragón? ¿Qué pasó después en Economía?

  • Matan a Pedro de Ahonés tras enfentarse a Jaime I y estalla la guerra en Aragón.

    BURBÁGUENA, JULIO 1226. Pedro de Ahonés, uno de los líderes de la rebelión nobiliaria, ha resultado muerto cuando huía del rey Jaime I (22), a quien se había enfrentado físicamente momentos antes. Los hechos han tenido lugar cuando Jaime I interceptó la expedición de Ahonés que se dirigía a atacar Valencia, un acto que vulneraba lo acordado poco antes entre Jaime I y Abu Zahib, emir de Valencia. La muerte del rico-hombre aragonés ha desatado la guerra entre Jaime I y la coalición de nobles y ciudades levantados contra él. El mes anterior, Jaime I, quien a pesar de su sometimiento a los rebeldes nunca dejó de tomar iniciativas reales, había convocado a sus nobles en Teruel para atacar Valencia. Pretendía retomar la expansión hacia el sur, una empresa que lleva 16 años en stand by, desde que su padre Pedro II conquistaó Ademuz en 1210. Pero a Teruel solo acudieron unos pocos incondicionales, como Pascual Muñoz, Blasco de Alagón o Artal de Luna. Frustrado por el desplante, Jaime I se vio obligado a aceptar parias del emir de Valencia y abandonar el ataque. Fue entonces cuando, de regreso a sus bases, las tropas reales se encontraron con la expedición de Pedro de Ahonés que, por su cuenta y riesgo, se dirigía a atacar Valencia. Jaime I no podía permitir que se infringiera el acuerdo alcanzado con Zahib y ordenó la detención de Pedro de Ahonés. Ahonés opuso resistencia e intento sacar puñal y espada, pero el propio rey se lo impidió. El noble consiguió darse a la fuga con la intención de llegar a uno de los castillos de su hermano Sancho, el también rebelde obispo de Zaragoza. Pero no lo consiguió: perseguido por los caballeros leales al rey, encontró la muerte lanceado por Sancho Martínez de Luna. La muerte del noble aragonés levantó en armas a toda la oposición; bajo el mando de Fernando de Aragón (tío del rey y alma de la revuelta) nobles y ciudades rebeldes se coaligaron y declararon que todo aquél que apoyase al rey sería atacado. La guerra no comenzó nada bien para el monarca, que tuvo que levantar los asedios de Bolea y Loarre, donde ha resistido la viuda de Ahonés, Sancha Pérez. Posteriormente, las operaciones se extendieron por todo el reino, desarrollándose en tres frentes principales; en el oriental, Jaime I ha derrotado a las tropas catalanas de los Montcada con relativa facilidad, pues había conseguido el apoyo del clan rival de los Cardona y mantenía el de las ciudades de la franja costera, con Barcelona a la cabeza, y de algunos enclaves en Aragón, como Calatayud. En el oeste, el rebelde obispo de Zaragoza y las milicias de la ciudad han tenido varios enfrentamientos con las tropas fieles de Blasco de Alagón y Artal de Luna. Pero el frente principal, el central, ha visto enfrentamientos con resultados confusos entre las tropas de Fernando de Aragón y las de Jaime I, con el propio rey a la cabeza. Poco después, en febrero de 1227, Jaime I conseguía un triunfo de poca relevancia militar pero de gran importancia simbólica: habiendo sitiado Les Celles, sus defensores pretendieron resistir hasta la llegada de refuerzos rebeldes. Cuando estos aparecieron, dirigidos por Fernando de Aragón y Pedro Cornel, sus efectivos resultaron ser muy superiores a las tropas reales. Todos los comandantes del rey aconsejaron a éste levantar el cerco y retirarse. Pero Jaime I intuyó que si repetía la retirada como hizo en Bolea y Loarre, su prestigio se hundiría y sufriría importantes deserciones, con lo que decidió presentar batalla. Este gesto sorprendió a los rebeldes. Tras muchas deliberaciones, y a pesar de su superioridad numérica, estos decidieron no atacar y se retiraron. Poco después, Jaime I tomaba la fortaleza de Les Celles, un lugar menor en la estrategia militar, pero escenario de la victoria de Jaime I ante un ejército muy superior. IMAGEN SUPERIOR: CROMO No 42 DE LA SERIE HISTORIA DE ESPAÑA, DE LA WEB TODOCOLECCIÓN. Relacionados ------------------- Zaragoza , Huesca y Jaca se unen a la rebelión nobiliaria Noticias de Aragón Noticias de Hispania ¿Qué pasó después en Aragón?

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