Lo último en tecnología punta: el molino
INVIERNO 1198. Conforme la población va centrando su alimentación en el pan, la carne y el vino o la cerveza (en el sur o en el norte de Europa, respectivamente), la demanda de los cereales panificables y cerveceros se dispara. Como consecuencia de ello también lo hacen los incentivos para la construcción de molinos hidráulicos, que han ido sustituyendo paulatinamente a los molinos manuales que se utilizaban en domicilios particulares.
Efectivamente, hasta ahora los campesinos molían el grano según lo iban necesitando, pero el gran incremento de la demanda está orientando las explotaciones agrarias hacia el mercado en lugar de hacia la subsistencia, como ocurría hasta ahora. Estas primeras explotaciones capitalistas necesitan moler más grano y más rápido, lo que incentiva la construcción de estos complejos ingenios. A eso, además, hay que añadir el interés de los señores, propietarios de los molinos, que cobran una tasa por usar sus instalaciones.
Pero la molienda solo es una parte de las aplicaciones del molino: una vez que las mejoras en la carpintería, los herrajes y la ingeniería los hacen más eficientes, los artesanos se las han ingeniado para que la misma fuerza que muele el grano sea utilizada en los distintos ámbitos de la transformación, como la elaboración de telas, tintes, curtidos, bataneo e incluso para la transformación metalúrgica, ya que también crece incansablemente la demanda de utensilios agrarios y artesanales. En el norte de Europa también se desarrolla claramente la construcción de molinos eólicos, sobre todo en Flandes, el mayor centro productor textil del momento.
El molino se ha convertido, por tanto, en el motor que permite el gran avance de la actividad artesanal, y su proliferación produce un efecto multiplicador en la producción, al ser necesaria su construcción, mantenimiento y reparación. Por primera vez estamos ante la construcción y mantenimiento de maquinaria como una actividad en sí misma, y no ocasional según fuera necesitada por la unidad de explotación. Estamos, en definitiva, ante las primeras inversiones en capital fijo de la historia, es decir, aquellas que no van destinadas al consumidor final.
IMAGEN SUPERIOR: MOLINO, NORIAL Y ACUEDUCTO DEL MONASTERIO DE RUEDA,
OBTENIDA DE LA PÁGINA SIPCA.ES DEL GOBIERNO DE ARAGÓN
GRABADO SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DEL MOLINO HIDRÁULICO,
DE LA PAGINA WEB THEGALLERIA.EU
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Sección de ECONOMÍA