Paz de Venecia; y Alejandro III ganó la partida

VENECIA, 24 jul 1177. Las consecuencias de la victoria de Legnano, donde las milicias comunales lombardas derrotaron al ejército imperial, comienzan a materializarse. Tras doce años de destierro y ocupación, el papa Alejando III ha conseguido que Federico Barbrroja hinque la rodilla, le reconozca como Papa y devuelva a la Santa Sede todos los territorios que había conquistado.

Las negociaciones han tenido lugar en Venecia, donde se han reunido la delegación pontifica, alojada en la plaza de San Marcos, y la delegación imperial, que se encontraba en la isla del Lido. Federico Barabarroja ha reconocida la autoridad del papa y ha abandonado al anti-papa Calixto III. Además, las ciudades del norte de Italia, si bien no han conseguido la independencia que demandaban, sí que han obtenido un importante nivel de autonomía, muy superior al de cualquier otro territorio del imperio. El acuerdo pasará a la historia como la Paz de Venecia.

En las negociaciones también ha participado el reino de Sicilia, gobernado por Guillermo II, que parece haber limado sus diferencias con el papado y que ha sido una pieza clave en la mediación. El acuerdo alcanzado en Venecia tendrá, sin duda, un efecto importante sobre la política italiana en los años venideros, pues en él han intervenido todos los poderes que operan en la península itálica, es decir, el Sacro Imperio, el papado (poder del centro), las ciudades lombardas (poder del norte) y el reino de Sicilia (poder del sur), con lo que todos prevén la llegada de una época de estabilidad.

En el suelo de la basílica de San Marcos, donde se rubricó el acuerdo, existe una pequeña inscripción sobre mármol rojo que conmemora el acuerdo. Además, la Paz de Venecia también se recrea durante las Festa della Sensa, que se celebran en la ciudad del Adriático en el domingo de la Ascensión.

IMAGEN SUPERIOR: FEDERICO BARBARROJA Y ALEJANDRO III EN LA BASÍLICA DE SAN MARCOS, VENECIA